jueves, 21 de mayo de 2015

Mosaico de las Palomas

               Mosaico de las Palomas


Museo de Valladolid. Las excavaciones en la villa romana de Prado condujeron al descubrimiento de cinco mosaicos, correspondiente este de las Palomas a la segunda fase constructiva del edificio.
Ocupaba la sala principal de la residencia, la de recepción y oecus, en el lado norte del patio central, y sólo se expone la parte central de todo el pavimento.
Destaca por la originalidad de su esquema compositivo, puesto que se basa en un círculo inscrito en un cuadrado que imita la estructura de las bóvedas de media naranja que cubrían los techos. Se trata de un mosaico excepcional en la Península Ibérica, que sólo encuentra parangón en trabajos del Oriente mediterráneo.

Lugar de celebración: Museo de Valladolid
Fecha de inicio: 1 de Agosto de 2011
Fecha de finalización: 30 de Septiembre de 2011

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"Mosaico de los guerreros de Cabezón de Pisuerga"

Lugar de celebracion: Museo de Valladolid.

Fecha de inicio: 1 de Agosto de 2013.

Fecha de finalizacion: 31 de Agosto de 2013.


Descripción: 

Museo de Valladolid. En los terrenos de la Granja de Santa Cruz, junto a Cabezón de Pisuerga, existió una villa romana. La excavación realizada en 1982 permitió recuperar este mosaico que ocupaba el centro de lo que se supone era una galería porticada abierta sobre el río Pisuerga.
Lo que se expone aquí es el emblema central del pavimento, con cuatro personajes en atuendo militar agrupados en parejas. La escena se ha interpretado como parte de un pasaje de la Guerra de Troya, en concreto, el enfrentamiento y posterior saludo entre Glauco y Diomedes.


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MOSAICO DE LAS ESTACIONES, 

INICIOS DEL SIGLO IV

Pavimento musivo que solaba el pasillo central de un triclinio o comedor de gala  perteneciente a la primera fase de ocupación del yacimiento romano de "Villa de Prado", junto a la ciudad de Valladolid. Está formado por un gran tapiz de rombos en cuyo centro se dispone un cuadro central con la representación de Diana cazadora. A los lados del emblema y por encima de éste se disponen cuatro medallones hexagonales con las alegorías de las estaciones del año, encarnación del ciclo vital de la naturaleza, representadas en forma de bustos humanos.


Mosaico de Diana y las Estaciones, Valladolid (Villa de Prado), inicios de siglo IV- Roma. Ver imagen ampliada a través de Lightbox. Puede provocar un cambio de contexto.

martes, 19 de mayo de 2015

Fauno o Sátiro


Ser de la mitología clásica que habitaba en los bosques, y que se representa con pequeños cuernos, el cuerpo cubierto de vello, rabo y las patas de macho cabrío.














Divinidades con las que se asocian


Los sátiros o faunos, relacionados con las ménades, forman el "cortejo dionisiaco" que acompaña al dios Dionisio. en algunas ocasiones también están relacionados con el dios Pan. Algunas tradiciones consideraban a Sileno padre de la trubu de los Sátiros o Faunos. 








En el museo de Valladolid hay una imagen de este dios




También hay otra imagen en el Museo de Reproducciones Artísticas de Valladolid




Esto es un texto clásico de Rubén Darío



Habitaba cerca del Olimpo un sátiro, y era el viejo rey de su selva. Los dioses le habían dicho: "Goza, el bosque es tuyo; sé un feliz bribón, persigue ninfas y suena tu flauta". El sátiro se divertía.Un día que el padre Apolo estaba tañendo la divina lira, el sátiro salió de sus dominios y fue osado a subir al sacro monte y sorprender al dios crinado. Éste le castigó tornándole sordo como una roca. En balde en las espesuras de la selva llena de pájaros se derramaban los trinos y emergían los arrullos. El sátiro no oía nada. Filomela llegaba a cantarle sobre su cabeza enmarañada y coronada de pámpanos, canciones que hacían detenerse los arroyos y enrojecerse las rosas pálidas. Él permanecía impasible, o lanzaba sus carcajadas salvajes y saltaba lascivo y alegre cuando percibía por el ramaje lleno de brechas alguna cadera blanca y rotunda que acariciaba el sol con su luz rubia. Todos los animales le rodeaban como a un amo a quien se obedece.
A su vista, para distraerle, danzaban coros de bacantes encendidas en su fiebre loca, y acompañaban la armonía, cerca de él, faunos adolescentes, como hermosos efebos, que le acariciaban reverentemente con su sonrisa; y aunque no escuchaba ninguna voz, ni el ruido de los crótalos, gozaba de distintas maneras. Así pasaba la vida este rey barbudo que tenía patas de cabra.
Era sátiro caprichoso.
Tenía dos consejeros áulicos: una alondra y un asno. La primera perdió su prestigio cuando el sátiro se volvió sordo. Antes, si cansado de su lascivia soplaba su flauta dulcemente, la alondra le acompañaba.
Después, en su gran bosque, donde no oía ni la voz del olímpico trueno, el paciente animal de las largas orejas le servía para cabalgar, en tanto que la alondra, en los apogeos del alba, se le iba de las manos, cantando camino de los cielos.
La selva era enorme. De ella tocaba a la alondra la cumbre; al asno, el pasto. La alondra era saludada por los primeros rayos de la aurora; bebía rocío en los retoños; despertaba al roble diciéndole: "Viejo roble, despiértate". Se deleitaba con un beso del sol: era amada por el lucero de la mañana. Y el hondo azul, tan grande, sabía que ella, tan chica, existía bajo su inmensidad. El asno (aunque entonces no había conversado con Kant) era experto en filosofía según el decir común. El sátiro, que le ve ramonear en la pastura, moviendo las orejas con aire grave, tenía alta idea de tal pensador. En aquellos días el asno no tenía como hoy tan larga fama. Moviendo sus mandíbulas no se había imaginado que escribiese en su loa Daniel Heinsius, en latín, Passerat, Buffot y el gran Hugo en francés, Posada y Valderrama en español.
Él, pacienzudo, si le picaban las moscas, las espantaba con el rabo, daba coces de cuando en cuando y lanzaba bajo la bóveda del bosque el acorde extraño de su garganta. Y era mimado allí. Al dormir su siesta sobre la tierra negra y amable, le daban su olor las yerbas y las flores. Y los grandes árboles inclinaban sus follajes para hacerle sombra.
Por aquellos días, Orfeo, poeta, espantado de la miseria de los hombres, pensó huir a los bosques, donde los troncos y las piedras le comprenderían y escucharían con éxtasis, y donde él pondría temblor de armonía y fuego de amor y de vida al sonar de su instrumento.
Cuando Orfeo tañía su lira había sonrisa en el rostro apolíneo. Deméter sentía gozo. Las palmeras derramaban su polen, las semillas reventaban, los leones movían blandamente su crin. Una vez voló un clavel de su tallo hecho mariposa roja, y una estrella descendió fascinada y se tomó en flor de lis.
¿Qué selva mejor que la del sátiro a quien él encantaría, donde sería tenido como un semidiós; selva toda alegría y danza, belleza y lujuria; donde ninfas y bacantes eran siempre acanciadas y siempre vírgenes; donde había uvas y rosas y ruido de sistros, y donde el rey caprípede bailaba delante de sus faunos, beodo y haciendo gestos como Sileno?
Fue como su corona de laurel, su lira, su frente de poeta orgulloso, erguida y radiante.
Llegó hasta donde estaba el sátiro velludo y montaraz, y para pedirle hospitalidad, cantó. Cantó del gran Jove, de Eros y de Afrodita, de los centauros gallardos y de las Ibacantes ardientes. Cantó la copa de Dionisio, y el tirso que hiere el aire alegre, y a Pan, Emperador de las Montañas, Soberano de los Bosques, dios-sátiro que también sabía cantar. Cantó de las intimidades del aire y de la tierra, gran madre. Así explicó la melodía de un arpa eolia, el susurro de una arboleda, el ruido ronco de un caracol y las notas armónicas que brotan de una siringa. Cantó del verso, que baja del cielo y place a los dioses, del que acompaña el bárbitos en la oda y el tímpano en el peán. Cantó los senos de nieve tibia y las copas de oro labrado, y el buche del pájaro y la gloria del sol.
Y desde el principio del cántico brilló la luz con más fulgores. Los enormes troncos se conmovieron, y hubo rosas que se deshojaron y lirios que se inclinaron lánguidamente como en un dulce desmayo. Porque Orfeo hacia gemir los leones y llorar los guijarros con la música de su lira rítmica. Las bacantes más furiosas habían callado y le oían como en un sueño. Una náyade virgen a quien nunca ni una sola mirada del sátiro había profanado, se acercó tímida al cantor y le dijo: "Yo te amo". Filomela había volado a posarse en la lira como la paloma anacreóntica. No había más eco que el de la voz de Orfeo. Naturaleza sentía el himno. Venus, que pasaba por las cercanías, preguntó de lejos con su divina voz: "¿Está aquí acaso Apolo?"
Y en toda aquella inmensidad de maravillosa armonía, el único que no oía nada era el sátiro sordo.

Cuando el poeta concluyó, dijo a éste:
-¿Os place mi canto? Si es así, me quedaré con vos en la selva.

El sátiro dirigió una mirada a sus dos consejeros. Era preciso que ellos resolviesen lo que no podía comprender él. Aquella mirada pedía una opinión.

-Señor -dijo la alondra, esforzándose en producir la voz más fuerte de su buche-, quédese quien así ha cantado con nosotros. He aquí que su lira es bella y potente. Te ha ofrecido la grandeza y la luz rara que hoy has visto en tu selva. Te ha dado su armonía. Señor, yo sé de estas cosas. Cuando viene el alba desnuda y se despierta el mundo, yo me remonto a los profundos cielos y vierto desde la altura las perlas invisibles de mis trinos, y entre las claridades matutinas tú melodía inunda el aire, y es el regocijo del espacio. Pues yo te digo que Orfeo ha cantado bien, y es un elegido de los dioses. Su música embriagó el bosque entero. Las águilas se han acercado a revolar sobre nuestras cabezas, los arbustos floridos han agitado suavemente sus incensarios misteriosos, las abejas han dejado sus celdillas para venir a escuchar. En cuanto a mí, ¡oh señor!, si yo estuviese en lugar tuyo le daría mi guirnalda de pámpanos y mi tirso. Existen dos potencias: la real y la ideal. Lo que Hércules haría con sus muñecas, Orfeo lo hace con su inspiración. El dios robusto despedazaría de un puñetazo al mismo Atos. Orfeo les amansaría con la eficacia de su voz triunfante, a Nernea su león y a Erimanto su jabalí. De los hombres, unos han nacido para forrar los metales, otros para arrancar del suelo fértil las espigas del trigal, otros para combatir en las sangrientas guerras, y otros para enseñar, glorificar y cantar. Si soy tu copero y te doy vino, goza tu paladar; si te ofrezco un himno, goza tu alma.
Mientras cantaba la alondra, Orfeo le acompañaba con su instrumento, y un vasto y donante soplo lírico se escapaba del bosque verde y fragante. El sátiro sordo comenzaba a impacientarse. ¿Quién era aquel extraño visitante?. ¿Por qué ante él había cesado la danza loca y voluptuosa? ¿Qué decían sus dos consejeros?
¡Ah, la alondra había cantado, pero el sátiro no oía! Por fin, dirigió su vista al asno.
¿Faltaba su opinión? Pues bien, ante la selva enorme y sonora, bajo el azul sagrado, el asno movió la cabeza de un lado a otro, grave, terco, silencioso, como el sabio que medita.
Entonces, con su pie hendido, hirió el sátiro el suelo, arrugó su frente con enojo, y sin darse cuenta de nada, exclamó, señalando a Orfeo la salida de la selva:
-¡No!
Al vecino Olimpo llegó el eco, y resonó allá, donde los dioses estaban de broma, un coro de carcajadas formidables que después se llamaron homéricas.
Orfeo salió triste de la selva del sátiro sordo y casi dispuesto a ahorcarse del primer laurel que hallase en su camino.
No se ahorcó, pero se casó con Eurídice.

FIN



TEXTOS CLÁSICOS RELACIONADOS CON MONEDAS , TORQUES, DIADEMAS, PULSERAS O FÍBULAS.



TEXTOS CLÁSICOS RELACIONADOS CON

MONEDAS , TORQUES, DIADEMAS, 

PULSERAS O FÍBULAS. 



MonedaSegún la mayoría de historiadores, la sociedad romana era muy promiscua y liberal; las relaciones sexuales fuera de la pareja eran consideradas totalmente normales y en general, para los ciudadanos libres, existía una gran libertad sexual. Hasta el punto de haber creado una moneda  exclusivamente utilizada para solicitar y pagar los servicios prestados en los burdeles y en los tratos con las prostitutas callejeras del Imperio.

La pieza, de la cuál hoy en día se conservan unas cuantas unidades, es tan singular que, en una cara muestra la imagen del acto sexual requerido, y sobre la otra una numeración romana equivalente al precio del servicio solicitado. La principal explicación de este evidente grafismo es la nacionalidad "extranjera" de la mayoría de esclavas y prostitutas de la época, que de esta forma podían superar la barrera idiomática. 

Esta es la interpretación más extendida y aceptada sobre la existencia y uso de estas monedas, aunque otras fuentes afirman que, al no haberse encontrado ninguna pieza en las excavaciones de burdeles romanos, podría tratarse de una colección cómica que el emperador Tiberio ordenó acuñar para incluirlas en una especie de juego sexual de la época. Sea cual sea el origen, no deja de ser curioso este caso de kamasutra numismático.




martes, 12 de mayo de 2015

Escultura de la Antigua Roma



La escultura de Roma se desarrolló en toda la zona del este del pais influencia romana, con su foco central en la metrópolis, entre los siglos VI a. C.V. En origen derivó de la escultura griega, principalmente a través de la herencia de la escultura etrusca, y luego directamente, por contacto con las colonias de la Magna Grecia y la propia Grecia, durante el periodo helenístico. La tradición griega siguió siendo una referencia constante durante todo el curso del arte escultórico en Roma, pero contradiciendo una creencia antigua y extendida de que los romanos eran sólo meros copistas, ahora se reconoce que no sólo fueron capaces de asimilar y desarrollar sus fuentes con maestría, sino también aportar una contribución original e importante a esta tradición, visible especialmente en el retrato, género que consiguió un gran prestigio y que dejó ejemplos singulares de gran técnica y de alta expresividad, y en la escultura decorativa de los grandes monumentos públicos, donde se desarrolló un estilo narrativo de gran fuerza y carácter típicamente romano.






Tras la consolidación del imperio romano, otras influencias extranjeras, sobre todo orientales, determinaron una progresiva separación del canon griego hacia una simplificación formal de tendencia abstracta, que estableció las bases del arte bizantinopaleocristiano y medieval. Este proceso, sin embargo, se intercaló con varios períodos de recuperación del clasicismo, que además de fortalecer el vínculo simbólico con el pasado fueron útiles para el mantenimiento de la cohesión cultural y política del vasto territorio. Ni siquiera la cristianización del imperio pudo determinar la exclusión de referencias a la escultura clásica romana pagana, y hasta el siglo V, cuando la unidad política se rompió definitivamente, los modelos clásicos siguieron siendo imitados, pero adaptados a los temas del nuevo orden social, político y religioso que se había instaurado.2
El estudio de la escultura romana ha demostrado ser un desafío para los investigadores por su evolución que es cualquier cosa menos lineal y lógica. Los intentos de imponer un modelo de desarrollo formal como un sistema orgánico sobre la historia de la escultura romana se muestran inexactos y poco realistas. A pesar de algunos desacuerdos entre los especialistas en muchos puntos, ya se tiene una idea más o menos clara sobre las características generales de cada etapa evolutiva, pero, cómo fue su desarrollo y cómo se transforman de una a otra etapa ha demostrado ser un proceso muy complejo y que aún está lejos de entenderse bien. Una tendencia duradera al historicismo y eclecticismo, aún más pronunciada que la observada durante el helenismo, junto con la presencia de diferentes estilos, en esculturas producidas en el mismo momento histórico para distintas clases sociales, e incluso dentro de una sola clase, atendiendo a las necesidades de cada tema y situación, hacen que su comprensión sea aún más compleja.3
Además del gran mérito intrínseco de la producción escultórica romana, el hábito generalizado de copias de obras anteriores griegas y alusiones al clasicismo griego a lo largo de toda su historia, incluso por los primeros cristianos, mantuvo viva una tradición y una iconografía que de otra forma podrían haberse perdido. Gran parte del conocimiento de la cultura y el arte de la Grecia antigua, y más, la escultura romana —junto con la griega— tuvo una importancia fundamental en la formulación de la estética del Renacimiento y el Neoclasicismo, que confirma su vitalidad y significado incluso en los tiempos modernos, y es considerado hoy como uno de los organismos artísticos más importantes de la cultura occidental, como lo demuestra el gran número de estudios especializados de que es objeto y de la fascinación que todavía tiene en el público en general.

Busto 

Puede ser una esculturapinturadibujo o grabado. Incluye la cabeza, los hombros, el nacimiento de los brazos y el pecho, o parte de él. No se considera un fragmento parcial de una obra, sino que es, en sí mismo, la obra completa.
 









                VIDEO                 INFORMATIVO 




DEFINICIÓN DE "TORQUE", "DIADEMA", "PULSERA" Y "FÍBULA".

DEFINICIONES:

Torque: Es un collar rígido y redondo, que está abierto en la parte anterior, como una herradura circular.

Diadema: Es un ornamento de la cabeza considerado distintivo de autoridad real y suele desde los tiempos medievales usarse como adornos de princesas, en la actualidad las reinas y princesas de belleza son coronadas con diademas.
 PulseraUna pulsera es un cerco de metal u otro material que se utiliza como elemento decorativo en las muñecas.
Fibula: Se denomina todo tipo de piezas metálicas utilizadas en la antigüedad para unir o sujetar alguna de las prendas que componían el vestido, ya que los botones no se desarrollaron hasta muy entrada la Edad Media.



MONEDAS CELTIBÉRICAS QUE HAY EN EL MUSEO DE VALLADOLID



MONEDAS CELTIBÉRICAS QUE HAY EN EL MUSEO DE 

VALLADOLID 


https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/3263/1/008-3_Tesoros_Padilla_de_Duero.pdf




CECAS CELTIBÉRICAS

CECAS CELTIBÉRICAS

Las cecas son el lugar donde se fabricaban o se emitían las monedas.
Hay distintos tipos de cecas segun el pueblo:
Pueblos lusones: Bursau/Burzau
Pueblos titos:Titum
Pueblos belos:Belaiskom
Pueblos arévacos:Arkailikos                      
Cercas en zonas carpetana:Ikesankom/Ikezaskom Konbouto
Cercas en zonas vettón:Tamusia/Tanusia
Localizaciones o etnias inciertas de la zona celtíbera:Tarmeskom/Bormes

Bustos existentes en el museo de Valladolid



BUSTO DE MEDINA DE RIOSECO, SEGUNDA MITAD DEL SIGLO II
Busto masculino de Medina de Rioseco, Segunda mitad del s.II-Roma

Escultura romana de mármol encontrada en 1868, al construir la carretera entre Villalba de los Alcores y Medina de Rioseco. Se trata del retrato de un varón joven que muestra una sotabarba larga y rizada y el cabello cayendo en largas guedejas sobre la frente. Actualmente se cree que esta efigie representa a un ciudadano particular hispanorromano aunque por algún tiempo estuvo atribuida al emperador Eliogábalo, dado que en su fisonomía se quisieron reconocer rasgos bárbaros. Habida cuenta de su gran calidad los expertos creen que constituye un testimonio de la presencia en Hispania de escultores griegos de formación helenística procedentes de Asia Menor que desarrollarían su labor de modo itinerante, los cuáles también realizarían los bustos de Quintana del Marco (León) y Becerril de Campos (Palencia).

ESTATUA DE ISIS, SIGLO II
Estatua de Isis, siglo II

Figura femenina, hoy en día sin cabeza ni brazos, que representaba a Isis, divinidad egipcia de culto muy extendido en la época grecorromana por todo el Mediterráneo. La imagen de la diosa se reconoce por su vestimenta, que se sujeta en el centro del pecho con un nudo característico. Esta escultura muestra huellas de haber servido como soporte del surtidor de una fuente, y probablemente fue traída desde Italia durante la Edad Moderna, habiendo llegado a Valladolid al instalarse la Corte de Felipe III en esta ciudad entre 1601 y1606 para servir como ornato del Prado de la Magdalena, en cuyas cercanías fue encontrada.


                      VIDEO DE ISIS                   

CARACTERÍSTICAS DE LAS MONEDAS CELTIBÉRICAS

Los celtíberos incorporan a sus monedas el repertorio iconográfico utilizado por los iberos, influidos por los griegos, aunque cada vez más adaptados a una estética autóctona: la imagen o busto masculino del anverso y el jinete con distintos atributos en el reverso. El busto puede aparecer adornado con el torques, o vestido con el sagum (manto que los celtíberos recogían sobre el hombro derecho con una fíbula), pero también con casco, diademas o láureas (en Sekobirikes, Turiasu y Bílbilis), muestra de su la vinculación con prototipos griegos, púnicos y romanos.
El jinete montado sobre un caballo portando una lanza es la iconografía más habitual en el reverso, presentando sólo modificaciones limitadas, a excepción de la sustitución de la lanza por otro objeto: palma, estandarte, o girando el brazo derecho hacia atrás para alzar otros tipos de armas (hacha doble, hoz, venablo o estandarte).


La tipología de los divisores y sus símbolos añadidos ofrece una representación de diversos animales, como el caballo y excepcionalmente aparece el gallo (en los semis de Arekoratas), el jabalí (Sekaisa) y el león (Sekobirikes). También el delfín, o bien objetos como la palma, la estrella o el creciente (Turiasu y Bílbilis), asociados a los tipos principales tanto del anverso como del reverso.
 

DEFINICIÓN DE NUMISMÁTICA


La numismática, término que designa el estudio y coleccionismo de monedas y papel moneda emitido por una nación con el diseño oficial del país. Cuando se trata solo de papel moneda, suele preferirse el término exclusivo notafilia. La numismática es conocida desde los tiempos del Imperio romano, aunque no puede saberse con seguridad en qué momento comenzó como fenómeno social (coleccionistas). La numismática como ciencia comienza tímidamente en el siglo XIX, época de modernización y apreciación como tales de todas las ciencias, tal y como las entendemos hoy.



LA DIOSA ISIS EN EL MUSEO DE VALLADOLID

                 LA DIOSA ISIS EN EL MUSEO DE VALLADOLID

                           

Museo de Valladolid. La diosa Isis es una divinidad de origen egipcio, cuyo culto se extendió en época romana por todo el ámbito mediterráneo. Su figura fue objeto de numerosas representaciones siguiendo un modelo helenístico del siglo III a.C., aunque la realización de esta obra se fecha en el siglo II d.C.


La escultura se encontraba hasta 1897 adornando un jardín particular frente al Archivo de la Real Chancillería de Valladolid. Sobre su procedencia anterior, diversos estudiosos sostuvieron que había sido encontrada en la catedral en 1863 y otros, que procedía de la zona de las calles del Prado o del Paraíso.


Sin embargo, como sostenía Alberto Balil, lo más probable parece que fuera obra importada de Italia para ornato del Prado de la Magdalena cuando se estableció la Corte en Valladolid durante el reinado de Felipe III, al comienzo del siglo XVII.

La estatua esta privada de su cabeza ya que antiguamente esculpian por un lado el cuerpo y por otro la cabeza para poder cambiarlos y poner diferentes estilos .

jueves, 7 de mayo de 2015

CULTO DE ISIS EN ROMA

CULTO DE ISIS EN ROMA


En Época Grecorromana se le dedicaron unos templos denominados Iseum. Entre ellos, podemos destacar el que se localiza en la ciudad de Pompeya y el de Behbeit el-Haggar, en Egipto. Su culto se asoció con Démeter y Zeus y se convirtió en una religión mistérica, con ritos de iniciación, de purificación y ascéticos. En Egipto, su culto conoció la decadencia cuando el país fue invadido por persas, griegos y romanos. La llegada del cristianismo y la renuncia del emperador Constantino a ser faraón-dios-sacerdote acabó con su culto. Se introdujo en Roma el culto a Maat, que fue asimilada a Bellona, en este momento se instaló en la ciudad el primer colegio de
los sacerdotes isíacos.

Durante el gobierno de Augusto, el culto isíaco no solamente era identificado externamente, sino que, además, una de las mayores enemigas del pueblo romano, Cleopatra, derrotada por Augusto, se había autodefinido como la nueva Isis; la identificación de las reinas ptolemaicas con Isis se había convertido ya en una tradición, iniciada por la esposa Ptolomeo II.

La imagen conservada en el Museo de Nápoles representa la ofrenda de un vaso canopo, punto culminante del ritual, con toda la parafernalia que rodeaba al acontecimiento simbólico de la exhibición del arcano de Osiris, cuyo significado quedaba restringido a los iniciados en los misterios isíacos.

En otras pinturas procedentes tanto de Herculano como de Pompeya se representan varios rituales de este evento, obviamente destinado solamente a iniciados, como danzas rituales donde sacerdotes impolutos, rasurados y portando vestiduras blancas estaban acompañados por tañedores de sistros, el instrumento musical de la diosa, y bailarines. En una de las pinturas un bailarín que porta una máscara, en un misterioso ritual que aparece en Herculano.

Se utilizaba como máscara una cabeza de un cánido que era identificado con este dios, que embalsamó a Osiris y que guiaba a los muertos a su "paraíso", la llevaban los sacerdotes isíacos, que portaban también el caduceo de Mercurio; las representaciones iconográficas de este dios psicopompo, nada comunes en los prototipos egipcios, introdujeron en Roma ritos y representaciones totémicas, ancestrales del valle del Nilo desde tiempos predinásticos.

Como uno de los cultos considerados como mistéricos en la Antigua Roma, el cristianismo adopto muchas de las formas, ritos y liturgias de estos, tanto del culto mitraico como el de Isis. Los gobernantes nubios mantuvieron el culto a la diosa en el, para entonces, viejo templo de Filae, hasta que un decreto del emperador Justianiano en el siglo VI, cerró el santuario convirtiéndolo en iglesia y acabando con el culto a Isis.

IMÁGENES REPRESENTATIVAS DE LA DIOSA ISIS






Representa una escena mediante jeroglíficos egipcios en el que se representan a los dioses Isis, Osiris y Horus.




Representación mediante jeroglíficos en el templo de la isla de File.



Representación jeroglífica de la diosa Isis con alas de Milano, que protege a su difunto esposo, el dios Osiris.


 Figuras de oro en la que salen representados los dioses Osiris, Ra y Isis.



Ast (Isis)
en jeroglíficos
stt
H8
stt
B1
stt
H8
B1
stt
y
I12
 El nombre de Isis en jeroglíficos mayoritariamente se suele representar con un trono.